Cocrear en pensamiento azul
Para crear, innovar y analizar alternativas en equipo hay que ser conscientes del funcionamiento de nuestro cerebro y de las peculiaridades del pensamiento productivo.
Nuestro cerebro aprende sin cesar, lo que realmente le cuesta es desaprender, por eso no aceptamos conceptos que están en aparente contradicción con lo que sabemos hoy. Nuestro cerebro, al ir aprendiendo, va generando esquemas mentales con los que es capaz de reconocer situaciones y tomar decisiones de manera casi instantánea. Es lo que llamamos pensamiento reproductivo.
El pensamiento reproductivo es esencial ya que nos permite ser eficientes y eficaces. Esta forma de pensar sirve para refinar los modelos actuales y tomar las decisiones más habituales, pero no despliega el pensamiento creativo del equipo.
Para ser creativos tenemos que superar el pensamiento reproductivo y colocarnos en el productivo, aquel que nos proporciona nuevos puntos de vista, nuevas ideas, nuevas variables, nuevas formas de abordar nuestras aspiraciones, distintas formas de considerar lo que nos rodea.
Cocrear es pasar de mi idea a nuestra idea, poner las capacidades de todos para el reto de cada uno, retar las ideas del otro, buscar distintas alternativas juntos, es escuchar de verdad; es la forma de ser creativos en equipo.
Cocrear requiere un esquema completamente diferente, se trata de partir el pensamiento en tres fases: pensamiento azul, pensamiento rojo y pensamiento verde.
Todo proceso de creación empieza con una pregunta.: ¿cómo ….?
Pensamiento Azul
Lo qué más caracteriza a esta fase de la conversación es que aplazamos el juicio. Se trata de explorar nuevos caminos. Lo aplazamos para permitirnos proponer nuevas ideas y para dar las máximas oportunidades a las ideas de los demás.
El primer paso es producir ideas en respuesta a la pregunta origen de la cocreación. Si hay muchas ideas suele ser aconsejable agruparlas.
Si queremos innovar es conveniente ordenar las ideas, de la más disruptiva a la más conservadora.
La siguiente regla de oro es comprometerse a desarrollar las ideas, quizás juzguemos la idea como absurda pero al intentar desarrollarla podemos descubrir aspectos inesperados y descubrir que la “idea absurda” escondía sus tesoros. Hay que ser por tanto posibilista, dar a cada idea la posibilidad de dar sus frutos. Como decía Heráclito “espera lo inesperado o no lo encontrarás porque no deja rastro”.
Una vez ordenadas se trata de hablar de “porqué si”, las ventajas que puede proporcionar esa idea y de “cómo si”, sobre formas de hacer realidad esa idea.
Serán ideas válidas todas aquellas en las que el equipo encuentre ventajas significativas de la conversación: Porqué si”. Pasado este filtro positivo, es momento de explorar cómo materializar dicha idea, centrando la conversación en cómo si.
En pensamiento azul el hecho de apoyar una idea no quiere decir que se acepte, simplemente estamos explorando el alcance de la idea. Esta forma de pensar permite a todos los miembros del equipo colaborar con mayúsculas ¿No es colaborar empeñarnos en hacer viable la idea de otro?
Esta forma de actuar nos permitirá disponer de muchas ideas factibles, así dispondremos de la libertad de elegir.
Una vez exploradas todas las ideas es posible que realicemos combinaciones para generar un abanico de ideas deseables.
Pensamiento Rojo
Llega el momento de elegir, disponemos de alternativas, debemos de sopesarlas elegir una o varias.
El primer paso es determinar criterios de elección: la más rápida, la menos costosa, la más eficiente, la que genere mejor relación con los clientes, etc.
Hecho esto estaremos en disposición de elegir.
Pensamiento Verde
Se trata de hacer realidad las elecciones realizadas. Para ello, en vez de hacer un plan de acción detallado, determinaremos los primeros pasos a seguir.
Los planes de acción al uso están pensados para planificar de forma eficiente procesos rutinarios o conocidos. Cuando creamos nos adentramos en nuevos mundos y nos resultará imposible conocer de antemano todo el camino. Cuando avancemos aprenderemos cosas que nos darán luz y desde el aprendizaje seremos capaces de determinar los siguientes pasos.
Si pretendemos conocer todo el camino acabaremos por descartar las ideas más creativas, más innovadoras. Esta fase no es para turistas, nos constituimos en viajeros, aquel que descubre los siguientes pasos al avanzar el camino.