¿Cómo ser apreciativos durante una pandemia?
Organizaciones de todo el mundo han entrado en una nueva realidad que pocos hubieran imaginado a principios de 2020. En pocos meses, el COVID-19 ha transformado las economías y organizaciones de todo el mundo y, sin embargo, momentos como este también ofrecen oportunidades.
En un momento de disrupción como el actual la resiliencia puede crecer, los valores humanos pueden cobrar vida e incluso pueden darse la mejora empresarial, la innovación y el desarrollo positivo de la organización, y esto es lo que los líderes deben hacer. Así es como David Cooperrider habla sobre la Indagación Apreciativa en un mundo roto.
“Sabemos, por años de investigación, que a largo plazo las culturas corporativas se prueban y forjan casi por completo en el crisol de las crisis, durante los tiempos más difíciles de adaptación externa e integración interna”. Por ello, la forma en que los líderes lideran en tiempos de catástrofe tiene un gran efecto en el futuro de conceptos como la confianza corporativa, la confianza colectiva, la resistencia o la fragilidad y una fuerte cultura corporativa.
Según David Cooperrider, los tiempos de crisis casi siempre revelan o refuerzan los «colores verdaderos» de una institución, convirtiéndose en un momento para el retroceso o para una co elevación excepcional.
Pero, ¿cómo podemos ser apreciativos durante una pandemia? No es fácil encontrar herramientas, mentalidad, ni métodos de gestión del cambio para avanzar en una resiliencia colectiva.
En lugar de ver este momento como un problema a resolver,
debemos ver cómo los sistemas humanos son «universos de fortalezas»
Las organizaciones son, tal y como explica Cooperrider, fundamentalmente sistemas vivos y centros de relación humana integrados en redes potencialmente ampliativas, en definitiva, un vasto «universo de fortalezas». De esta forma, en lugar de ver este momento como un problema a resolver, debemos ver cómo los sistemas humanos son «universos de fortalezas».
Visualizar los sistemas humanos con esta perspectiva nos permite avanzar en la dirección de un “mundo apreciable”, ya que “cuanto más estudiemos «lo que da vida» vs «lo que está mal», más podremos avanzar en la dirección o convertirnos en lo que estudiamos, porque los sistemas humanos se mueven en la dirección de lo que estudian”.
En base a esto, ¿qué preguntas podríamos poner frente a un equipo o toda una empresa, en el contexto de esta pandemia?
En este artículo, David Cooperrider plantea una serie de preguntas para concluir cómo una organización puede beneficiarse de este momento tan disruptivo, uniéndose y volviéndose más resistente. ¿Qué es lo que más nos agita y cómo se relaciona con el futuro en relación a la situación que estamos viviendo? ¿Qué bien se puede recoger de esta crisis? En estos momentos de significado ampliado, una forma de mantener tales aperturas vitales y expansivas es magnificar historias significativas a través de la conversación con otros.
Aprendizajes del liderazgo apreciativo
¿Qué estamos aprendiendo sobre el liderazgo? El liderazgo se trata de marcar la diferencia. Meg Wheatley, escritora y consultora de gestión que estudia el comportamiento organizacional, definió el liderazgo en términos de dejar al mundo en un lugar mejor de lo que lo encontramos. «Un líder», dijo, «es cualquiera que quiera hacer una diferencia en este momento», y no en términos de jerarquía o posición.
Para Peter Drucker, consultor, profesor y filósofo de la administración, el desarrollo de un ojo apreciativo es, en esencia, la primera tarea de un gran liderazgo. «La tarea del liderazgo es crear una alineación de fortalezas de manera que las debilidades de un sistema sean irrelevantes».
¿Cuáles son esas cosas que debemos guardar? Cooperrider asegura que nuestra organización debe aprender, cambiar, evolucionar y transformarse en el futuro, es decir, que cada organización debe cambiar en un mundo en constante cambio. Pero incluso en momentos de volatilidad, tragedia e incertidumbre como esta, hay valores o fortalezas de nuestra organización que debemos mantener. Además, afirma que “las organizaciones resistentes, aquellas capaces de recuperarse, saben cómo preservar lo que hacen mejor y saben cómo mejorar y cambiar con valentía”.
¿Cómo son las imágenes de un futuro mejor? En un primer lugar, visualizar la organización que deseas dentro de unos años como si fuera el próximo capítulo de un libro, para continuar analizando qué es lo que ha cambiado y qué es mejor en esa visión de futuro, por ejemplo, viendo una organización con una gran colaboración, un alto compromiso y una cultura más fuerte.
En palabras de David Cooperrider, “si queremos aprender sobre qué, cuándo, por qué y cómo las condiciones conducen al florecimiento humano, grupal y empresarial, debemos utilizar la mirada apreciativa en nuestro marco de investigación, rigor y análisis disciplinado”.
Finalizamos este post recordando uno anterior de hace unas semanas en el que -en la misma línea de los que estamos hablando- desde Madavi subrayamos que en este momento de disrupción, no tenemos que lamentarnos ni tampoco preguntarnos qué tiene de bueno esta situación, debemos preguntarnos qué potencial tiene.