Volver o aprovechar para reinventarse

Coe Martínez de Lejarza – Facilitador apreciativo en Madavi

Y volver, volver… ¿a la oficina otra vez? O al menos un poco, o a ratos, o tal vez del todo.

Este parece ser uno de los retos más frecuentes que están viviendo las empresas en los últimos meses. Ahora que es posible recuperar completamente el trabajo presencial ¿cómo volvemos? ¿cuál es el nuevo modelo? ¿Se debe regresar a un modelo presencial, remoto, híbrido…?

Entre el remoto y el presencial puros encontramos tantas situaciones como empresas, equipos o personas. Muchas empresas esperan poder recuperar un lugar en que su cultura se crea y se transmite, en que se convive y surgen oportunidades por el simple hecho de compartir espacios. Muchas personas están volviendo o esperan volver a entornos diseñados para realizar su trabajo, no a un rincón de su casa adaptado a duras penas para tener una videoconferencia.

Pero también muchos han descubierto nuevas formas de trabajar, de organizarse y de compaginar sus carreras profesionales con su vida personal (desde el cuidado de los hijos, a pasar más tiempo en la naturaleza o a aprovechar el tiempo que antes dedicaban a conducir, incluso trabajando). Se han sorprendido al comprobar que sí pueden hacer su trabajo en remoto, que su empresa sí puede funcionar de forma flexible, incluso mejor. Y no quieren renunciar a ello.

Este periodo de disrupción excepcional ha sido todo un máster en flexibilidad, un postgrado en adaptabilidad

Este periodo de disrupción excepcional ha sido todo un máster en flexibilidad, un postgrado en adaptabilidad. Y ahora es el momento de valorar qué hacer con toda esta experiencia.

Control de daños

 En el momento de tomar estas decisiones en muchas compañías esperan simplemente salir lo mejor parados posible, que no les perjudique demasiado: ¿cómo evitar perder talento? ¿cómo dar respuesta a necesidades de profesionales que valoran más que nunca la flexibilidad? ¿cómo evitar que una vuelta al trabajo presencial sea percibida como una pérdida de confianza?

Es especialmente complicado en situaciones en que ya existieran ciertas medidas de trabajo flexible, en que ya algunos roles o personas tenían la posibilidad de trabajar en remoto. Han de definir un modelo que dé respuesta a las necesidades y objetivos y no sea percibido como injusto o como un paso atrás.

Y es aquí cuando aparece la búsqueda del número áureo, la proporción mágica que nos ha de sacar de toda duda, el porcentaje que sí funciona: ¿60-40?, ¿70-30?, ¿80-20? Y por supuesto no existe o no es igual para todos (en el caso de Madavi por ejemplo siempre fue 100% remoto, desde origen).

Preguntar para conocer, conocer para diseñar

Al definir estos nuevos modelos lo mejor es entender qué factores clave de éxito se han usado, durante la disrupción y antes: ¿qué se hizo tan genial para que funcionaran esas reuniones en remoto?  ¿por qué los equipos se comportaron como nunca sin poder verse? ¿qué fortalezas descubriste al trabajar online que puedas utilizar también en la oficina? ¿cómo combinamos lo aprendido con lo que ya hacíamos genial antes? ¿qué procesos dan mejores resultados en remoto, cuáles en presencial?

Coe Martínez de Lejarza

Responder a estas preguntas entre todo el ecosistema de la empresa: equipos y directivos, clientes y proveedores, contamos con un excelente punto de partida para definir nuevos modelos de trabajo basados en circunstancias, procesos y objetivos, no en porcentajes de horas ni en herramientas disponibles.

En Madavi trabajamos con empresas para ayudarles a definir su modelo partiendo de sus mejores experiencias. Partiendo de lo que es excepcional, en lugar de poner foco en minimizar las quejas, lo que hacemos es definir modelos que buscan los mejores resultados de negocio y de cultura, aprovechando los aprendizajes propios de una situación excepcional.

«En Madavi trabajamos con empresas para ayudarles a definir su modelo, aprovechando los aprendizajes propios de una situación excepcional».